Maria Rosa Sánchez, directora de Caritas, señala que las condiciones de vida de mucha gente van en deterioro, y esto se nota al recibir a esas personas que van por una despensa y no tienen para pagar la cuota de recuperación. “No vemos obligados a regalarles lo que tenemos porque de plano no traen ni para su transporte a veces”, menciona.
Llegan al menos 15 padres de familia cada semana solicitando atención médica para sus pequeños hijos ya que no tienen empleo fijo y menos servicio de salud.
“No tienen para pagar los 15 pesos de consulta, algo simbólico pero no pueden. Menos podrán comprar medicamento y les damos lo que tenemos aquí si es lo que necesita, o nos apoyamos con alguna farmacia donde tenemos convenios”, señala.
Cada mes entregan más de tres mil despensas a gente pobre y ahora están yendo a colonias a orillas de la ciudad para dar víveres también. En algún momento se suspendieron estos recorridos pero dada las necesidades se tuvieron que retomar para ir a esas personas, expresa.
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